El 28 de abril de 2025 millones de personas en España y Portugal se quedaron sin luz durante horas. Un apagón masivo afectó a todo el sistema eléctrico peninsular, generando parones en infraestructuras, hospitales, medios de transporte y hogares. Mientras las autoridades buscaban explicaciones, una pregunta empezó a repetirse en medios y redes sociales: ¿podría haber sido una tormenta solar la responsable del apagón?
La coincidencia temporal con una alerta sobre actividad solar reavivó viejos temores. Pero, ¿es posible que una tormenta solar cause un apagón así? ¿Y qué dice la ciencia al respecto?
¿Qué es una tormenta solar y cómo podría afectar a la red eléctrica?
Una tormenta solar se produce cuando el Sol lanza al espacio una gran cantidad de partículas cargadas, lo que se conoce como eyección de masa coronal o llamarada solar. Estas partículas viajan a gran velocidad y, si se dirigen hacia la Tierra, pueden «chocar» con el campo magnético que nos protege.
Ese choque provoca una perturbación, es decir, un desequilibrio o alteración temporal en el escudo magnético que rodea nuestro planeta. Aunque ese campo actúa como una barrera, puede verse afectado por estas explosiones solares, y como resultado, producir fallos en satélites, en las señales de GPS, en las comunicaciones… o incluso en la red eléctrica.
Es como si el Sol enviara una especie de «bofetada energética», y la Tierra tuviera que aguantar el golpe. En la mayoría de los casos no pasa nada grave, pero si la tormenta solar es muy fuerte, sí puede causar problemas.
Según la NASA, este tipo de tormentas pueden sobrecargar transformadores, provocar picos de voltaje y, en casos extremos, colapsar sistemas eléctricos enteros. De hecho, en 1989 una tormenta solar dejó a seis millones de personas sin electricidad en Quebec (Canadá), demostrando que no es un riesgo teórico.
¿Tuvo relación la tormenta solar con el apagón del 28 de abril?
En los días posteriores al apagón, algunos medios y publicaciones insinuaron que una tormenta solar podría haber sido la causa del corte eléctrico en España y Portugal. Sin embargo, los datos científicos disponibles hasta ahora lo desmienten.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) confirmaron que no se produjo ninguna tormenta solar relevante en las horas ni días previos al apagón. La actividad solar registrada en ese periodo fue baja, sin llamaradas ni eyecciones significativas orientadas hacia la Tierra.
Entonces, ¿por qué se mencionó la posibilidad?
El miedo a las tormentas solares como causa de apagones no es nuevo. Desde que se popularizó el llamado «evento Carrington» (la mayor tormenta solar registrada, en 1859), se ha hablado de un posible gran apagón global provocado por el Sol. La coincidencia temporal entre el corte eléctrico y un leve repunte de la actividad solar desató rumores infundados.
Además, aunque no hubo un fenómeno solar causante del corte, sí existen tormentas solares potencialmente peligrosas que podrían tener efectos similares si no se refuerzan las infraestructuras. El apagón del 28 de abril no fue causado por el Sol, pero sirvió para que muchos se plantearan qué ocurriría si sí lo fuera.
¿Puede una tormenta solar provocar un apagón en España?
La respuesta es sí, pero con matices. Una tormenta solar muy intensa y bien orientada puede afectar a la red eléctrica española, especialmente a transformadores de alta tensión o subestaciones mal protegidas.
No obstante, España cuenta con una red eléctrica robusta, altamente automatizada y cada vez más digitalizada, gestionada por Red Eléctrica. Además, existen protocolos de actuación ante alertas de clima espacial. Los centros de control pueden actuar para desconectar zonas vulnerables y minimizar daños.
El verdadero riesgo no es tanto la frecuencia de estos eventos que son poco comunes, como su posible impacto si no se detectan a tiempo o si el sistema no está suficientemente preparado.
¿Qué podemos aprender del apagón del 28 de abril?
Aunque no fue causado por una tormenta solar, el apagón puso de manifiesto la fragilidad de ciertos puntos críticos del sistema eléctrico. Esta situación ha abierto el debate sobre la integración de energías renovables, el papel del almacenamiento y la importancia de tener un sistema flexible, capaz de adaptarse a situaciones límite.
Y en este contexto, los expertos coinciden: una tormenta solar severa tendría un impacto aún mayor si no se refuerzan ciertos protocolos y tecnologías.
¿Estamos preparados para una tormenta solar?
Los organismos internacionales como la NASA, la ESA y el NOAA monitorizan constantemente el Sol y emiten alertas en caso de actividad anómala. España, a través de la AEMET y Red Eléctrica, dispone de protocolos de actuación ante fenómenos solares extremos.
Además, el desarrollo de tecnologías de autoconsumo con baterías, redes inteligentes y nuevas capacidades de almacenamiento ayudan a mejorar la resiliencia del sistema ante posibles incidentes.
La clave está en invertir no solo en producción energética, sino también en prevención, mantenimiento y capacidad de reacción. Como ha recordado la comunidad científica, el próximo gran evento solar podría ocurrir mañana o dentro de 100 años, pero debemos estar preparados.
Por tanto, la tormenta solar no causó el apagón del 28 de abril, pero sí es un fenómeno real que puede poner a prueba nuestras infraestructuras. No debemos caer en alarmismos, pero tampoco ignorar el riesgo.
Clara es tu referencia cuando se trata de entender el mundo de la energía sin complicaciones. Con experiencia en contenido digital y un gran interés por el ahorro y la eficiencia energética, te ayuda a tomar mejores decisiones sobre tarifas, consumo y sostenibilidad. Su objetivo es hacer que temas como la factura de la luz o el precio del gas sean fáciles de comprender.
- Clara Gamarrahttps://tarifaluzelectrica.es/author/clara-gamarra/
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